Protagonistas ASEMVEGA - Blas Sánchez: «Desde su fundación, ASEMVEGA es una voz representativa del empresariado de la comarca de la Vega Baja»
Blas
Sánchez Sala
Gerente
de la asesoría S. Sala y asociados
Blas Sanchez Sala es un
economista con un amplio currículum y un espíritu muy emprendedor que puso en
marcha la Asesoría Sala Servicios Empresariales en el año 1985. Desde entonces asesora
a empresas de la provincia de Alicante y de la Región de Murcia. El territorio
en el que centra su labor es la comarca de la Vega Baja. Su objetivo principal
es ayudar a las empresas apoyándolas en las áreas fiscal, laboral y contable,
pero también en el ámbito de la auditoría y de la consultoría para el
desarrollo de negocio. Es una persona comprometida con su territorio y el
tejido empresarial, durante dos décadas ha sido presidente de la Asociación de
Empresarios de la Vega Baja (ASEMVEGA).
Pregunta:
¿Cómo nació la asesoría?
Respuesta: Empecé a trabajar
en cuanto terminé la carrera. Mi familia siempre ha tenido un perfil
empresarial. De hecho, mi abuelo montó la primera conservera de la Vega Baja,
Conservas El Mañas. Desde pequeño tuve la ilusión de montar mi propia empresa y
vivir con intensidad este mundo de iniciativa y proyectos, ser autónomo e
independiente, generar negocio y puestos de trabajo.
Respuesta:
¿Cuánto tiempo tardó en tener su primera empresa?
R: Pasó muy poco tiempo desde
que acabé la carrera y monté mi propio despacho. Hice unas prácticas muy cortas
en el despacho de Vicente Ulloa, de Alicante, para dedicarme a dar clases en
Formación Profesional durante un tiempo, pero me di cuenta de que no era lo
mío. Entonces monté un despacho junto a dos graduados sociales de la Vega Baja.
Tenía 26 años.
P:
¿Qué diferencia a este despacho de la competencia?
R: En la actualidad contamos con un equipo de 15 personas, lo que nos convierte en un despacho de referencia de la Vega Baja, por el capital humano y por nuestra especialización. Tenemos oficinas en Bigastro y Torrevieja atendidas por persona con una gran preparación en contabilidad, temas fiscales y tributarios, así como en recursos y reclamaciones, laboral y consultorías de empresas. También tenemos una firma de auditoría que trabaja para un buen número de empresas de Alicante, Murcia y Albacete, fundamentalmente.
P: ¿En qué áreas de negocio han emprendido proyectos además de en la consultoría?
R: Hace
tres décadas diversificamos al mundo de la promoción de viviendas. Hemos
construido con éxito en la zona de Orihuela y Torrevieja, y ahora tenemos una
promoción en Benijófar. Además, tengo otra empresa que comenzó vendiendo motos y
que con la crisis de 2008 la reconvertimos en un centro de distribución de repuestos
para motos que presta servicio en el ámbito nacional.
P:
¿Ha notado algún cambio desde que se inició la pandemia?
R: Todo el mundo ha notado
cambios. Todas las actividades han sufrido vaivenes, exceptuando la asesoría
que ha sido considerada actividad esencial. Durante toda la crisis hemos
reemplazado la labor de la Seguridad Social, del SEPE y de tantas otras
instituciones que han necesitado de nuestra colaboración para superar la
avalancha que han vivido. Hemos tenido
que asumir la responsabilidad de gestionar multitud de ERTE, desempleos,
presentar subvenciones,
Aunque para nuestro despacho ha sido una locura la época
de pandemia, somos conscientes de que otras muchas lo están pasando francamente
mal porque se ha frenado la economía, con especial incidencia en el turismo y en
todas las industrias que tiene a su alrededor. La estructura económica de la
provincia se está resintiendo por la falta de actividad económica en general.
P:
¿Cómo ve el futuro de su despacho?
R: Tengo 60 años, dentro de
cinco seguramente ya no estaré al frente del despacho. Hace un par de años se
incorporó uno de mis hijos que estudió ADE y después estuvo formándose en una
escuela de negocios. Se ha preparado a conciencia y ahora empieza a asumir
responsabilidades. Espero que mantenga nuestra consultora y se consolide y
tenga un largo recorrido
En los próximos años se va a producir un proceso de digitalización con la aplicación de un CRM, la automatización de la contabilización, la incorporación de herramientas que faciliten el asesoramiento a los clientes aplicando tecnología big data. Se trata de un mundo apasionante y complicado a la vez, para lo que estamos formando a nuestro equipo de gente en esos nuevos procesos.
P: ¿Hacia dónde va el sector de la
consultoría?
R: Pues cada día se potencia
más el trabajo de consultoría. Las empresas son cada vez más conscientes de que
necesitan ayuda para avanzar en la complicada situación económica que vivimos.
Es necesario darle valor a los productos y servicios de las empresas que
asesoramos. Somos conscientes de que en unos años tenderán a desaparecer
puestos en el área de contabilidad, que quedarán en manos de personal menos
especializado.
Para la toma de decisiones los
empresarios buscan una información veraz y fácil de entender. Hacerlo fácil es
nuestra tarea.
P:
¿Qué destacaría de la Vega Baja como territorio?
Mi suegro, que era muy simpático, decía que «en la Vega Baja la vista es la que trabaja». Es un territorio en el que la gente está acostumbrada a buscarse la vida. En pocos años vivimos el tránsito de la agricultura a la fabricación y la comercialización. Se ha producido un cambio radical hacia el sector agroalimentario, con la puesta en marcha de almacenes de exportación e importación; y el sector productivo que se ha creado alrededor del turismo. Estas son las dos patas sobre las que se apoya la economía y el empleo de la Vega Baja.
El turismo predominante es el residencial,
con todos los servicios que arrastra. Un buen número de nuestros clientes son
de servicios, con una base relevante de los que se prestan a los extranjeros.
La pandemia ha afectado en gran medida al área económica vinculada al turismo.
P:
¿Qué le falta a la Vega Baja para ser un espacio más competitivo?
R: En las últimas décadas el
territorio ha sufrido la pérdida de una buena parte de las industrias
auxiliares. No hace tanto tiempo, en el Bajo Segura se concentraba un núcleo
relevante de industria auxiliar del calzado (muy vinculada a Elche) y textil,
que empleaba a multitud de personas, y que se ha ido perdiendo paulatinamente.
Tenemos pendiente desarrollar la industria agroalimentaria, que no acaba de
ocupar su lugar, a pesar del potente sector agrario de la comarca, con un
clúster que no termina de cuajar. Debemos tomar nota de cómo han avanzado en la
vecina Región de Murcia.
Es cierto que hay algunas
industrias aisladas de éxito, pero no es suficiente para generar un tejido
productivo relevante. El pulmón de la economía se mantiene vinculado al turismo
y a los servicios (campo de golf, construcción, promoción
), y este modelo se
refleja en la estructura de socios de ASEMVEGA.
P: En cuanto a infraestructuras,
¿qué le faltaría a este territorio para ser más atractivo y tener mejores
comunicaciones?
R: La comarca, que cuenta con
27 municipios, necesita inversiones para infraestructuras. La Vega Baja es muy
extensa y necesita carreteras en buen estado. Por ejemplo, la conexión de la
costa con el interior es muy mala y eso ha motivado que los empresarios
solicitemos que se modernice constantemente. Unos centros turísticos modernos
como los que tenemos replica uhren necesitan con urgencia conexiones, si es posible
ferroviarias, que unan el aeropuerto con Orihuela Costa y Torrevieja.
Precisamos zonas industriales modernas y bien dotadas que atraigan empresas y
sustituyan polígonos como el de Orihuela, que es muy mejorable. También es
relevante contar con un enclave logístico en San Isidro, superando la
competencia de Villena. Para eso tenemos que conseguir inversores privados que
lancen el proyecto cuanto antes.
P:
¿Qué pasará con el Trasvase Tajo-Segura?
El Trasvase Tajo-Segura vive
una situación muy complicada, porque las administraciones públicas no apoyan
este proyecto. Da la impresión de que quieren resolver el déficit hídrico solo
con desaladoras. Pero los usuarios no son favorables a las desaladoras porque
el agua no es adecuada, sobre todo para el regadío. No veo futuro con la
presión que sufre ahora el Trasvase, cuando todas las administraciones deberían
apoyar la creación de una red nacional de trasvase para que el agua la disfrutemos
todos. Hay un egoísmo regional que impide un buen aprovechamiento del agua.
P: Por último, ¿Por qué es relevante ASEMVEGA
para las empresas de la Vega Baja?
R: Fui presidente de ASEMVEGA
muchos años, desde sus inicios. Desde su fundación, ASEMVEGA ha sido una voz
representativa del empresariado de la comarca de la Vega Baja. Hemos recibido y
canalizado las inquietudes de los empresarios y hemos intentado desarrollar una
institución con capacidad de interlocución con la Administración y con el resto
de agentes sociales.
ASEMVEGA ha centrado su labor
en ensalzar al empresario de la comarca mediante unos reconocimientos a los
empresarios distinguidos que pronto volveremos a recuperar. La organización
está pendiente, permanentemente, de reivindicar aquello que es prioritario para
la comarca. Nuestra única misión es ayudar a los empresarios.
La organización se ha
mantenido firme incluso en los momentos en los que más dificultades y trabas ha
tenido. Las reivindicaciones de infraestructuras es una cuestión básica porque
de ello depende la capacidad de competir de la Vega Baja.